Mapa Vincci Molviedro 4*
Visita nuestro Hotel
La ciudad de Sevilla tiene embrujo. En sus calles, rebosantes de vida, la modernidad deja paso a las tradiciones con un simple abrir y cerrar de ojos. Detrás de cada esquina sorprenden barrios llenos de encanto, museos, coquetas plazas y monumentos que nos cuentan la historia de la ciudad.
Con el río Guadalquivir dividiéndola en dos, en Sevilla se pueden encontrar tres lugares declarados Patrimonio de la Humanidad. Uno de ellos es el Real Alcázar, un conjunto palaciego con diferentes estilos arquitectónicos y unos preciosos jardines que parecen detenidos en el tiempo. Tampoco hay que perderse la catedral, el tercer templo más grande del mundo y el mayor de estilo gótico, complementado por la Giralda. Y el Archivo de Indias, de estilo renacentista y rebosante de historia.
A orillas del Guadalquivir nos sorprende la Torre del Oro, que alberga en su interior el Museo Naval de Sevilla, mientras que la Plaza de España es considerada, por méritos propios, como una de las más bonitas de España.
En un recorrido por la ciudad no puede faltar una foto en el Parque de María Luisa y en el mítico barrio de Triana, ¡pura Sevilla! Y para maravillarse con la mejor vista de la capital hispalense, nada mejor que desplazarse a Metropol Parasol, con una pasarela-mirador desde donde contemplar la ciudad.
Tras visitar el Museo de Bellas Artes y la Plaza de San Francisco, hay que regresar al barrio de Santa Cruz, el mejor lugar para observar cómo el día deja paso a la noche. Se irán encendiendo las luces e iluminando los edificios, sin que en ningún momento se pierda el ambiente que caracteriza a una ciudad siempre viva, que acoge a sus visitantes con los brazos abiertos.
Sevilla es una ciudad para recorrerla sin prisas, paso a paso. Cada instante es único cuando uno se olvida del reloj y comienza a dejarse llevar por el instinto. Saborear su belleza es fácil y disfrutar de sus rincones es casi obligado. El hechizo de Sevilla cautiva a sus visitantes. ¡Nadie puede escapar de él!